Nota del editor: la siguiente historia contiene spoilers del final de “Succession”.
Ha sido bien documentado que Jeremy Strong hizo todo lo posible por su papel legendario como Kendall Roy en “Succession”, permaneciendo con frecuencia en el personaje durante largos períodos de tiempo en un intento de fusionar su propia personalidad con el personaje. El proceso le permitió experimentar los puntos más altos de Kendall y, con mucha más frecuencia, sus puntos más bajos.
Una escena viral en el final de “Succession” aterrizó en algún lugar entre los dos extremos. Cuando Roman y Shiv Roy acuerdan tentativamente nombrar a Kendall director ejecutivo de Waystar Royco para bloquear la oferta de adquisición de Lukas Mattson, finalmente obtiene la corona que ha estado persiguiendo toda su vida. Después de cuatro temporadas de constantes luchas internas entre los tres hijos de Roy, la tregua temporal parece una reivindicación de todas las nefastas intrigas de Kendall. Mientras se prepara para la reunión de la junta del día siguiente, parece más cerca que nunca del trabajo que ha codiciado desde que tenía siete años.
Pero sus hermanos no lo respaldarán hasta que coma una “comida digna de un rey”: un batido repugnante compuesto de ingredientes aleatorios del refrigerador de su madre, incluidos huevos crudos, salsa Tabasco y pepinillos vencidos.
En un giro predecible de los acontecimientos, el deseo de Kendall de ser director ejecutivo supera su disgusto. Bebe tanto del brebaje vil como puede digerir antes de que Roman vierta el resto sobre su cabeza. En un giro de los acontecimientos aún más predecible, Strong estaba decidido a evitar tomar atajos.
Apareciendo en el podcast “Succession” después del final, Strong reveló que el batido estaba hecho con los ingredientes repugnantes que el público vio en el programa. Strong dijo que bebió la mezcla, pero que solo pudo tomar unas pocas tomas antes de que su estómago cediera.
“Lo hicimos solo unas pocas veces y salí y tuve arcadas, salté al océano y me lavé el cabello”, dijo Strong. “Y sí, lo bebí. No sabría cómo no beberlo. Lo quiere tanto que va a beber lo que sea, cierto, pero fue repugnante”.