“The Walking Dead: Dead City” se queda corta en su intento de ofrecer una nueva historia dentro del universo de “The Walking Dead”. Aunque la premisa inicial prometía mucho, la serie cae en los mismos vicios de la serie madre y no logra destacar por sí misma.
La trama sigue a Negan y Maggie, dos personajes conocidos de la serie original, que se encuentran en una situación complicada en la ciudad de Nueva York. Aunque la química entre los actores es evidente, la narrativa no logra desarrollar de manera convincente la rabia de Maggie hacia Negan, lo que hace que la historia pierda sentido.
Además, la serie peca de una narración hinchada y con situaciones artificiales. A pesar de la estética de la ciudad de Nueva York y el potencial que podría tener, la serie no logra aprovecharlo y se queda en escenas poco inspiradas. La presencia de los zombis, elemento clave en el género, se convierte en un mero ruido de fondo y no logra generar la tensión necesaria.
A pesar de tener algunas buenas ideas, como la lucha por las materias primas, la serie no logra desarrollarlas de manera satisfactoria y se queda corta en su ejecución. Las situaciones forzadas y el final rocambolesco hacen que la serie pierda el rumbo y no logre mantener el interés del espectador.
En resumen, “The Walking Dead: Dead City” no cumple con las expectativas y no logra destacar dentro del universo de “The Walking Dead”. Aunque tiene buenas ideas, la ejecución y la narrativa fallan en mantener el interés del espectador.,